En los 5° grados (A y B) de la Escuela Mitre, los alumnos comenzaron de pronto a portarse bien y a estudiar más que en el primer trimestre. La fórmula no es mágica, y las viejas generaciones ya la conocen: el cuadro de honor ha vuelto; y todos los chicos quieren estar ahí.
"Los chicos se preocuparon más por obtener notas altas, terminaban a tiempo los deberes en el aula y traían los de la casa mucho más prolijos, y completos", afirman las docentes Eugenia Muro y Sara Córdoba. "Me votaron porque ayudo a mis compañeros, les explico lo que no entienden, los separo cuando están peleando", afirmó Joaquín Tiberni ( mejor compañero). "A mí me llena de orgullo; mis padres están felices, y cuando veo mi foto en el cuadro quiero seguir estando; por eso estudio cada día más", acotó Lucas Iriarte (mejor promedio).
"Los chicos se preocuparon más por obtener notas altas, terminaban a tiempo los deberes en el aula y traían los de la casa mucho más prolijos, y completos", afirman las docentes Eugenia Muro y Sara Córdoba. "Me votaron porque ayudo a mis compañeros, les explico lo que no entienden, los separo cuando están peleando", afirmó Joaquín Tiberni ( mejor compañero). "A mí me llena de orgullo; mis padres están felices, y cuando veo mi foto en el cuadro quiero seguir estando; por eso estudio cada día más", acotó Lucas Iriarte (mejor promedio).